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17 de marzo de 2022

24 de Marzo: Dia de la Memoria, Verdad y Justicia

 Preparándonos para los talleres del 24 de Marzo....


¿Que pasó el 24 de Marzo?

El 24 de marzo de 1976, los comandantes de las tres fuerzas armadas, Jorge Rafael Videla, Emilio Massera y Orlando Agosti (Junta Militar), derrocaron al Gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón, quien asumiera la presidencia tras la muerte del General Juan Domingo Perón, el primero de julio de 1974

En este contexto, recordamos ¡UN GOLPE A LOS LIBROS!

40 años después del golpe cívico-militar que azotó a la Argentina, la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales recordó la censura ejercida por «El Proceso» y exhibió en una intervención pública los libros infanto juveniles que estuvieron prohibidos por ese régimen militar.

Organizada por el Centro de Mediación e Investigación sobre Prácticas de Escritura y Lectura Infantil y Juvenil (CEMILLIJ), la  instalación participativa permitió, en un modo distendido, que estudiantes, docentes y no docentes compartn lecturas y se informen sobre esa parte oscura de nuestra historia.

¿Porqué eran prohibidos? “Los libros tenían que dar cuenta de una realidad establecida, ordenada ,donde las cosas podían suceder de un solo modo” .

Prof. Claudia Santiago

Compartimos algunos libros que fueron censurados y que en la actualidad podemos disfrutarlos en la escuela pública:

Algunos libros infantiles prohibidos:

«Del análisis de la obra La Torre de Cubos se desprenden graves falencias tales como simbología confusa, cuestinamientos ideológicos-sociales, objetivos no adecuados al hecho estético, ilimitada fantasía, carencia de estímulos espirituales y trascendentes», sostiene la resolución N° 480 del Ministerio de Cultura y Educación de Córdoba que prohíbe la obra de Laura Devetach. Entre otros argumentos se aduce que el libro critica «la organización del trabajo, la propiedad privada y el principio de autoridad».

  • Un elefante ocupa mucho espacio, el libro de Elsa Bornemann

Fue prohibido el 13 de octubre de 1977, incluía también a otra obra El nacimiento, los niños y el amor, de Agnés Rosenstiehl, editado —junto al de Bornemann— por Librerías Fausto.

El decreto militar decía: «En ambos casos se trata de cuentos destinados al público infantil, con una finalidad de adoctrinamiento que resulta preparatoria a la tarea de captación ideológica del accionar subversivo (…) De su análisis surge una posición que agravia a la moral, a la Iglesia, a la familia, al ser humano y a la sociedad que éste compone.»

  • La ultrabomba, de Augusto Bianco

En La ultrabomba, un piloto se niega a cumplir la orden de arrojar una bomba. Ambos fueron prohibidos por el decreto N° 1888, del 3 de septiembre de 1976.

  • Cinco dedos, Ediciones de la Flor

Es un libro infantil en el que una mano verde persigue a los dedos de una roja que, para defenderse y vencer, se une y forma un puño colorado. Publicado en la Argentina por Ediciones de la Flor, el cuento fue prohibido el 8 de febrero de 1977 —según la fecha del Boletín Oficial— por tener «finalidad de adoctrinamiento que resulta preparatoria a la tarea de captación ideológica, propia del accionar subversivo»

 Preparándonos para los talleres comenzamos a invetigar sobre la historia argentina:


31 de mayo de 2013

Habia una vez...

Cuantas veces lo hemos escuchado? desde pequeños, algunas personas les gusta comenzar leyendo así, cualquier cuento, otras veces los mismos cuentos comienzan de esa forma, la cuestión es que además de escucharlo, solo algunos también lo han usado para escribir sus propios cuentos, asi nuestra querida Elsa Borneman. Siempre presente entre nosotros, en las escuelas primarias, ya que no creo que pase un dia, en que no se utilice en algún grado, alguna obra de ella. En estos últimos, nunca tan presente, cuando con el 25 de Mayo, festejamos también nuestros 30 años de democracia, así en las jornadas y talleres realizados, ella estuvo presente con uno de sus cuentos tan conocidos "Un elefante ocupa mucho espacio. Ante la partida de esta querida escritora, solo podemos decir que la recordaremos a diario, ella está en nuestros corazones y seguirá compartiendo con nosotros la imaginación y sonrisas a través de sus letras.

Un Elefante Ocupa Mucho Espacio
-por Elsa Bornemann-

Que un elefante ocupa mucho espacio lo sabemos todos. Pero que Víctor, un elefante de circo, se decidió una vez a pensar "en elefante", esto es, a tener una idea tan enorme como su cuerpo... ah... eso algunos no lo saben, y por eso se los cuento: Verano. Los domadores dormían en sus carromatos, alineados a un costado de la gran carpa. Los animales velaban desconcertados. No era para menos: cinco minutos antes el loro había volado de jaula en jaula comunicándoles la inquietante noticia. El elefante había declarado huelga general y proponía que ninguno actuara en la función del día siguiente. -¿Te has vuelto loco, Víctor?- le preguntó el león, asomando el hocico por entre los barrotes de su jaula. -¿Cómo te atreves a ordenar algo semejante sin haberme consultado? ¡El rey de los animales soy yo! La risita del elefante se desparramó como papel picado en la oscuridad de la noche: -Ja. El rey de los animales es el hombre, compañero. Y sobre todo aquí, tan lejos de nuestras selvas... - ¿De qué te quejas, Víctor? -interrumpió un osito, gritando desde su encierro. ¿No son acaso los hombres los que nos dan techo y comida? - Tú has nacido bajo la lona del circo... -le contestó Víctor dulcemente. La esposa del criador te crió con mamadera... Solamente conoces el país de los hombres y no puedes entender, aún, la alegría de la libertad... - ¿Se puede saber para qué hacemos huelga? -gruñó la foca, coleteando nerviosa de aquí para allá. - ¡Al fin una buena pregunta! -exclamó Víctor, entusiasmado, y ahí nomás les explicó a sus compañeros que ellos eran presos... que trabajaban para que el dueño del circo se llenara los bolsillos de dinero... que eran obligados a ejecutar ridículas pruebas para divertir a la gente... que se los forzaba a imitar a los hombres... que no debían soportar más humillaciones y que patatín y que patatán. (Y que patatín fue el consejo de hacer entender a los hombres que los animales querían volver a ser libres... Y que patatán fue la orden de huelga general...) - Bah... Pamplinas... -se burló el león-. ¿Cómo piensas comunicarte con los hombres? ¿Acaso alguno de nosotros habla su idioma? - Sí -aseguró Víctor. El loro será nuestro intérprete -y enroscando la trompa en los barrotes de su jaula, los dobló sin dificultad y salió afuera. En seguida, abrió una tras otra las jaulas de sus compañeros. Al rato, todos retozaban en los carromatos. ¡hasta el león! Los primeros rayos de sol picaban como abejas zumbadoras sobre las pieles de los animales cuando el dueño del circo se desperezó ante la ventana de su casa rodante. El calor parecía cortar el aire en infinidad de líneas anaranjadas... (los animales nunca supieron si fue por eso que el dueño del circo pidió socorro y después se desmayó, apenas pisó el césped...) De inmediato, los domadores aparecieron en su auxilio: - Los animales están sueltos!- gritaron acoro, antes de correr en busca de sus látigos. - ¡Pues ahora los usarán para espantarnos las moscas!- les comunicó el loro no bien los domadores los rodearon, dispuestos a encerrarlos nuevamente. - ¡Ya no vamos a trabajar en el circo! ¡Huelga general, decretada por nuestro delegado, el elefante! - ¿Qué disparate es este? ¡A las jaulas! -y los látigos silbadores ondularon amenazadoramente. - ¡Ustedes a las jaulas! -gruñeron los orangutanes. Y allí mismo se lanzaron sobre ellos y los encerraron. Pataleando furioso, el dueño del circo fue el que más resistencia opuso. Por fin, también él miraba correr el tiempo detrás de los barrotes. La gente que esa tarde se aglomeró delante de las boleterías, las encontró cerradas por grandes carteles que anunciaban: CIRCO TOMADO POR LOS TRABAJADORES. HUELGA GENERAL DE ANIMALES. Entretanto, Víctor y sus compañeros trataban de adiestrar a los hombres: - ¡Caminen en cuatro patas y luego salten a través de estos aros de fuego! ¡Mantengan el equilibrio apoyados sobre sus cabezas! - ¡No usen las manos para comer! ¡Rebuznen! ¡Maúllen! ¡Ladren! ¡Rujan! - ¡BASTA, POR FAVOR, BASTA! - gimió el dueño del circo al concluir su vuelta número doscientos alrededor de la carpa, caminando sobre las manos-. ¡Nos damos por vencidos! ¿Qué quieren? El loro carraspeó, tosió, tomó unos sorbitos de agua y pronunció entonces el discurso que le había enseñado el elefante: - ... Con que esto no, y eso tampoco, y aquello nunca más, y no es justo, y que patatín y que patatán... porque... o nos envían de regreso a nuestras selvas... o inauguramos el primer circo de hombres animalizados, para diversión de todos los gatos y perros del vecindario. He dicho. Las cámaras de televisión transmitieron un espectáculo insólito aquel fin de semana: en el aeropuerto, cada uno portando su correspondiente pasaje en los dientes (o sujeto en el pico en el caso del loro), todos los animales se ubicaron en orden frente a la puerta de embarque con destino al África. Claro que el dueño del circo tuvo que contratar dos aviones: En uno viajaron los tigres, el león, los orangutanes, la foca, el osito y el loro. El otro fue totalmente utilizado por Víctor... porque todos sabemos que un elefante ocupa mucho, mucho espacio...

22 de marzo de 2012

Cuentos censurados

En la página Letras + o -, incluimos para poder compartir con todos nuestros visitantes, material del libro "La torre de cubos" de Laura Devetach.
Les dejamos dos cuentos: Un elefante ocupa mucho espacio y La planta de Bartolo