Este es un acuerdo entre la señorita maestra y el Consejo de Educación de la Escuela:
El Consejo de Educación acuerda pagar a la señorita la suma de $75 mensuales
a partir del primero de septiembre de 1923.
La señorita acuerda:
- No casarse. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa.
- No andar en compañía de hombres.
- Estar en su casa entre las ocho de la tarde y las seis de la mañana, a menos que sea para atender una función escolar.
- No pasearse por las heladerías del centro de la ciudad.
- No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin permiso del presidente del Consejo de Delegados.
- No fumar cigarrillos. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra fumando.
- No beber cerveza, vino o whisky.
- No viajar en coche o en automóvil con ningún hombre, excepto su hermano o padre.
- No vestir ropas de color brillante.
- No teñirse el pelo.
- Usar al menos dos enaguas.
- No usar vestidos que queden a más de cinco centímetros por encima de los tobillos.
- Mantener el aula limpia.
- Barrer el suelo del aula al menos una vez por semana con agua caliente y jabón.
- Limpiar la pizarra una vez al día.
- Encender el fuego a las siete, de modo que la habitación esté caliente a las ocho cuando lleguen los niños.
- No usar polvos faciales, no maquillarse ni pintarse los labios.
(Publicado en la revista de la Federación de Educadores "Domingo Faustino Sarmiento")
¡Qué suerte que los tiempos cambian, ¿no?!